Titular noticias

12/8: Día Mundial del Elefante


Las poblaciones de elefante asiático y africano han ido descendiendo debido principalmente a la caza furtiva 

Cada 12 de agosto se conmemora el Día Mundial del Elefante, una fecha para concienciar sobre la situación de estos grandes mamíferos, cuya población en estado salvaje ha disminuido más del 60% en los últimos años. Se estima que quedan como máximo entre 350.000 y 500.000 elefantes en el mundo, la gran mayoría en África, que ocupan solo una fracción reducida de su hábitat histórico. El elefante de bosque africano (Loxodonta cyclotis) se encuentra ahora “En peligro crítico” y el elefante de sabana africano (Loxodonta africana) se encuentra “En peligro” dentro de la Lista Roja de Especies Amenazadas de la UICN.

"A pesar de la tendencia general a la baja de ambas especies de elefantes africanos, las evaluaciones también destacan el impacto positivo de los esfuerzos de conservación. Las medidas contra la caza furtiva en el terreno, junto con una legislación más favorable y una planificación del uso de las tierras que busca fomentar la coexistencia entre humanos y vida silvestre, han sido clave para el éxito de la conservación del elefante. Como resultado, algunas poblaciones de elefantes de bosque se han estabilizado en áreas de conservación gestionadas adecuadamente, en Gabón y la República del Congo. El número de elefantes de sabana también se ha mantenido estable o ha crecido durante décadas, especialmente en el área de conservación transfronteriza Kavango-Zambeze, que alberga la subpoblación más importante de esta especie a escala del continente", agrega el comunicado de la UICN.

Las dos especies de elefantes africanos y la especie asiática (Elephas maximus) están amenazadas por la caza furtiva y la pérdida de hábitat. Se estima que 100 elefantes africanos mueren cada día por su marfil, su carne y partes de su cuerpo. A pesar de que existe una prohibición internacional del comercio de marfil, la matanza es cada vez peor. En 2014, más de 33.000 elefantes murieron a manos de los cazadores que buscaban obtener su marfil. Y en algunos países como Botswana se venden permisos de caza legales (como lamentablemente descubrió el público español hace unos años) para "cazadores deportivos" ávidos de hacerse una foto sonrientes y orgullosos junto al cadáver del mamífero terrestre más grande, seres sintientes, sensibles e inteligentes (nos referimos a los elefantes).

Pero la caza no es su única amenaza. El cambio climático también afecta su hábitat y la disponibilidad de alimento y agua. Por ejemplo, un reciente estudio en Gabón mostró que en las últimas tres décadas, la cantidad de frutos disponibles para los elefantes de bosque se redujo en un 80% debido al efecto del cambio climático sobre los árboles, lo cual puede afectar la tasa de supervivencia y reproducción de los elefantes, y con ello el tamaño de las poblaciones. Además, el calor y la sequía secan pozos y charcas, y la presencia de toxinas producidas por algas en los pocos bebederos naturales que quedan ha producido la muerte de cientos de elefantes en África. Finalmente, la deforestación y otras actividades humanas producen pérdida o degradación de su hábitat. El cambio climático afecta también a las poblaciones humanas, y agrava el conflicto entre humanos y elefantes, lo cual ya es una preocupación importante, y la situación tiene el potencial de escalar en escenarios futuros de degradación y pérdida de hábitat.

Por otro lado, los elefantes generan mucho dinero en la industria turística. En África, esto se hace principalmente a través de la observación de vida salvaje, lo cual, si se gestiona bien, puede ayudar a preservarlos y beneficiar a la población local al mismo tiempo. Pero también hay que agregar que algunos países como Namibia los capturan y venden, aduciendo un exceso de población, para zoos o atracciones en Asia, por ejemplo. En Asia los elefantes locales, además de ser víctimas de la caza furtiva, también son explotados en cautividad. Los elefantes asiáticos son obligados a actuar para las personas, entrenados para pararse sobre sus cabezas, caminar erguidos o llevar sobre sus espaldas a grupos de personas durante todo el día, o incluso para ser bañados por la gente en algunas atracciones supuestamente "éticas", disfrazadas como centros de rescate. En Tailandia, hay elefantes entrenados para hacer dibujos para vender. 
 
La situación es más aún intolerable debido al entrenamiento cruel al que están sometidos: pinchándolos con un palo con una punta de hierro, llamado gancho de toro, y encadenándolos entre las actuaciones para turiststas. En su mayoría, son mantenidos en condiciones que no satisfacen sus necesidades más básicas. Además, muchos de estos elefantes utilizados para el "entretenimiento" son capturados de la naturaleza cuando son jóvenes, arrancados de sus madres y familias, mientras que otros son criados en cautiverio. Pero al igual que los humanos, los elefantes también conocen la alegría, la tristeza, el miedo y sienten dolor. Por eso, es aún más importante concienciar sobre la situación a la que están sometidos estos animales en las denominadas atracciones turísticas y te animamos a NO participar como turista de esa explotación animal, ni a promoverlas mediante las redes sociales.

La Dra. Jane Goodall estuvo mucho tiempo observando a los elefantes en la naturaleza, tiene mucha estima hacia ellos y condena la situación en la que se encuentran: "Estamos perdiendo especies a un ritmo sin precedentes: estamos en medio de la sexta gran extinción, y está causada por nosotros. Seguir capturando o matando elefantes en la naturaleza está provocando la extinción de esta especie en estado salvaje, en detrimento de los hábitats donde viven. Continuar explotando elefantes en cautiverio, ya sean capturados de la naturaleza o nacidos en cautividad, es perpetrar una crueldad inaceptable hacia seres sociales, sensibles y altamente inteligentes. Las futuras generaciones de elefantes no deben experimentar el cautiverio, deben prosperar en su hábitat natural".

Por todo ello, debemos seguir trabajando para luchar contra el cambio climático, proteger sus hábitats naturales, realizar actividades turísticas verdaderamente éticas, promover el fin de la caza deportiva y su explotación en cautividad, y dar el máximo bienestar posible a aquellos elefantes rescatados y en cautividad que no pueden ser reintroducidos.
 

Puedes ayudar a promover todo esto en tus redes sociales promoviendo el contenido que verás en las redes del IJG.

Equipo del IJG España

12/08/2022
.
Últimas noticias