¿Por qué debemos proteger a los chimpancés?
Todas las especies que forman la compleja biodiversidad del planeta merecen ser conservadas y protegidas. Sin embargo, las acciones del ser humano tienen en muchas ocasiones un impacto negativo en su supervivencia. Este es el caso del chimpancé, declarado en peligro de extinción (la subespecie Pan troglodytes verus está en peligro crítico), y queremos destacar por qué es una especie tan relevante y por qué resulta vital visibilizarlo gracias al Día Mundial del Chimpancé celebrado recientemente.
IJG / Fernando Turmo
Celebremos la existencia de los chimpancés y brindémosles nuestro respeto porque...
Los chimpancés son únicos
Los chimpancés son un eslabón vital en el ecosistema que los rodea, ya que son naturales "dispersores de semillas", ayudando a asegurar la supervivencia de muchas plantas y otras especies animales vinculados a ellas. Además, se trata del único gran simio con una gran cultura individualizada, ya que se observan grandes diferencias en el uso de herramientas y otros comportamientos en comunidades de chimpancés muy próximas. Asimismo, se trata de una de las pocas especies que comparte esta cultura dentro del grupo a través del aprendizaje y la transmite de generación en generación.
Por otro lado, pese a tener mucho en común en cuanto al aspecto sanitario y fisiológico con los seres humanos, los chimpancés tienen sus particularidades médicas, lo que puede aportarnos información sobre su salud y la nuestra. También es necesario añadir que los chimpancés son una de las pocas especies que usan herramientas para cazar. De este modo, han sido observados creando lanzas rudimentarias y empleando otros objetos para matar a sus presas, así como rocas para abrir nueces y varios ingenios para lograr acceder a comida y otras necesidades.
Finalmente, el chimpancé es uno de los animales más inteligentes y con mayor complejidad en su organización social, además de mostrar su versatilidad adaptándose, dentro de un límite, a las condiciones ambientales. Su ecosistema varía dentro del continente africano desde las selvas hasta las regiones más áridas.
Los chimpancés son nuestro pariente más cercano en el reino animal
Compartimos con ellos el 98,6% del ADN, igual que con los bonobos, y muchos aspectos de nuestro comportamiento, además de ser ambos grandes simios. Del mismo modo, los chimpancés tienen una gran inteligencia y han mostrado destacables habilidades en la solución de problemas, memoria, adaptabilidad e interacciones sociales complejas. En cuanto a esto último, los chimpancés mantienen fuertes lazos sociales, complejas jerarquías y relaciones dinámicas. Son grandes comunicadores, empleando vocalizaciones, expresiones faciales, contacto y un matizado lenguaje corporal para transmitir una gran variedad de emociones a los demás individuos.
Los chimpancés pueden construir herramientas para solucionar problemas, algo que fue observado por primera vez por la Dra. Jane Goodall en 1960, cuando presenció cómo un chimpancé llamado David Greybeard usaba una ramita para pescar termitas en el parque nacional de Gombe. Hasta ese momento, se creía que solo los seres humanos empleaban herramientas, pero este descubrimiento redefinió la relación entre chimpancé y humano, mostrando que tenemos mucho más en común de lo que se creía.
Individualmente, los chimpancés tienen personalidades diferentes y son capaces de sentir, de desarrollar una lógica y de establecer conexiones emocionales con otras especies, incluyendo al ser humano. Además, pueden enseñarnos más sobre nuestros orígenes como primates y la evolución de los grandes simios, ya que compartimos un ancestro común. Lo que aprendemos del comportamiento de los chimpancés, sobre todo del social, tiene una correlación potencial con el comportamiento humano y puede ayudarnos a identificar algunos de nuestros comportamientos más innatos. En este sentido, los chimpancés son seres muy sociales y crean complejas jerarquías y relaciones dentro del grupo. Su comportamiento social es muy similar al del ser humano, incluyendo la compasión, el altruismo, la estrecha relación materno-filial entre otros.
Los chimpancés son nuestro pariente más cercano en el reino animal
Compartimos con ellos el 98,6% del ADN, igual que con los bonobos, y muchos aspectos de nuestro comportamiento, además de ser ambos grandes simios. Del mismo modo, los chimpancés tienen una gran inteligencia y han mostrado destacables habilidades en la solución de problemas, memoria, adaptabilidad e interacciones sociales complejas. En cuanto a esto último, los chimpancés mantienen fuertes lazos sociales, complejas jerarquías y relaciones dinámicas. Son grandes comunicadores, empleando vocalizaciones, expresiones faciales, contacto y un matizado lenguaje corporal para transmitir una gran variedad de emociones a los demás individuos.
Los chimpancés pueden construir herramientas para solucionar problemas, algo que fue observado por primera vez por la Dra. Jane Goodall en 1960, cuando presenció cómo un chimpancé llamado David Greybeard usaba una ramita para pescar termitas en el parque nacional de Gombe. Hasta ese momento, se creía que solo los seres humanos empleaban herramientas, pero este descubrimiento redefinió la relación entre chimpancé y humano, mostrando que tenemos mucho más en común de lo que se creía.
Individualmente, los chimpancés tienen personalidades diferentes y son capaces de sentir, de desarrollar una lógica y de establecer conexiones emocionales con otras especies, incluyendo al ser humano. Además, pueden enseñarnos más sobre nuestros orígenes como primates y la evolución de los grandes simios, ya que compartimos un ancestro común. Lo que aprendemos del comportamiento de los chimpancés, sobre todo del social, tiene una correlación potencial con el comportamiento humano y puede ayudarnos a identificar algunos de nuestros comportamientos más innatos. En este sentido, los chimpancés son seres muy sociales y crean complejas jerarquías y relaciones dentro del grupo. Su comportamiento social es muy similar al del ser humano, incluyendo la compasión, el altruismo, la estrecha relación materno-filial entre otros.
IJG/Fernando Turmo
Los chimpancés son una parte vital del ecosistema
Se les denomina "arquitectos del ecosistema", ya que su ecología define y moldea el hábitat a través de la dispersión de semillas, la creación de nidos y otros comportamientos propios de la especie. Además, como omnívoros, son muy importantes para el equilibrio del ecosistema. De hecho, se les considera indicadores de la salud de un ecosistema, ya que, como especie icónica, nos permite entender la situación del entorno que los rodea observando su situación de bienestar o malestar.
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