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Declaración del Instituto Jane Goodall en la COP29


Esta semana se celebra la 29ª Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, en Bakú (Azerbaiyán), que se prolongará hasta el 22 de noviembre de 2024. En reconocimiento a esta importante convocatoria, el Instituto Jane Goodall Global emite la siguiente declaración.

La crisis climática se cierne sobre nosotros a medida que nos acercamos a la COP29. La situación no puede tomarse a la ligera. Los bosques se están quemando, los océanos están creciendo, inundaciones como las de España matan gente, destruyen propiedades y generan inseguridad, y las sequías en muchas partes del África subsahariana aumentan los conflictos entre las poblaciones humanas y los animales salvajes por el alimento y el agua.

La urgencia de la crisis climática se ve intensificada por la convergencia de tres crisis relacionadas. Los estudios indican que tenemos menos de una década para evitar que las temperaturas aumenten más de 1,5ºC, un umbral más allá del cual las consecuencias serían catastróficas. Esto destaca la necesidad de una respuesta mundial para abordar el cambio climático, la pérdida de biodiversidad y la desigualdad ambiental. Estas crisis, impulsadas por las actividades económicas humanas, se refuerzan mutuamente y tienen graves consecuencias para las personas y los ecosistemas de los que dependemos. No se pueden resolver con éxito a menos que se aborden de manera conjunta.
 

La COP29 se celebra del 11 al 22 de noviembre en Bakú, Azerbayán (© COP29)

Mientras los representantes se reúnen en Bakú, la gravedad de la crisis climática es clara y apremiante. Es esencial acelerar el progreso en todos los aspectos del Acuerdo de París, con especial atención a los compromisos financieros. Los últimos descubrimientos científicos y los resultados del primer balance mundial del año pasado resaltan la necesidad de aumentar la financiación, que se estima que será de 3 a 6 veces el nivel actual para 2030, para limitar el calentamiento por debajo de los 1,5ºC. En la COP29, esperamos que se acuerde un nuevo objetivo de financiación climática que satisfaga las necesidades de los países en desarrollo, basado en un nuevo pacto entre países desarrollados y en desarrollo.

Cambio climático, pérdida de biodiversidad y degradación de la tierra. Las COP de las tres convenciones de Río sobre cambio climático, biodiversidad y desertificación se reúnen en 2024. Esto ofrece una oportunidad excepcional para que las presidencias de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), el Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB) y la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación (CLD), y sus respectivas secretarías, colaboren en la identificación y promoción de acciones concretas. Estas iniciativas están llamadas a impulsar la colaboración entre las convenciones, crear sinergias y abordar eficazmente los problemas interrelacionados del cambio climático, la pérdida de biodiversidad y la degradación de la tierra.
 

Restos de una mina de casserita en la República
Democrática del Congo (© Jackson Mutume)

Tráfico de fauna y flora salvaje, pérdida de biodiversidad y cambio climático. El tráfico ilegal de fauna y flora salvaje y la pérdida de hábitat son las principales causas de la pérdida de biodiversidad, que ponen en peligro a muchas especies y agravan el cambio climático. Los años de investigación y los esfuerzos de conservación del Instituto Jane Goodall han demostrado que este es un problema mundial complejo, arraigado en la pobreza, la corrupción, la falta de aplicación de las leyes y la creciente demanda de especies exóticas. La educación, la concienciación y el fortalecimiento de las capacidades y los recursos locales son esenciales. Sin embargo, el tiempo se está agotando. El liderazgo político es más necesario que nunca, desde las autoridades de los países de origen de las especies traficadas ilegalmente hasta las de los puntos de destino y tránsito, así como las agencias internacionales y las redes sociales. Además, se necesita un marco jurídico mundial actualizado para abordar este problema y su perjudicial impacto en el clima, la biodiversidad, la salud pública, la salud animal y los medios de vida sostenibles de las comunidades indígenas y locales.

Cambio climático en África y desigualdad ambiental. En África, las temperaturas están aumentando más rápido que la media global. Los países que menos han contribuido a la emisión de gases de efecto invernadero se enfrentan a las peores consecuencias del cambio climático. Desde 1979, la frecuencia de las sequías en el África subsahariana casi se ha triplicado, y el aumento del nivel del mar en las costas africanas es más rápido que el promedio mundial, lo que contribuye a incrementar la frecuencia e intensidad de las inundaciones y la erosión costera. La desertificación amenaza con una mayor degradación de la tierra y el agotamiento de los acuíferos. Estos impactos tienen graves consecuencias para las comunidades locales y el hábitat de muchas especies. Uno de los principales problemas causados por el aumento de temperaturas es la escasez de alimentos, que amenaza tanto a las poblaciones que dependen de la productividad de sus cultivos para generar ingresos y nutrirse, como a los animales con los que comparten su entorno. Las sequías cada vez más frecuentes y prolongadas están causando una pérdida de vegetación, aumentando el riesgo de incendios y poniendo en peligro los hábitats de muchas especies, incluidos los chimpancés.

Grandes simios africanos. La comunidad científica estima que los grandes simios africanos perderán entre el 84% y el 95% de su hábitat actual para 2050, debido al cambio climático, el uso de la tierra y el crecimiento de la población humana. Por eso, en África y en todo el mundo, el Instituto Jane Goodall aborda la pérdida de biodiversidad, el cambio climático y la desigualdad ambiental con una visión holística. Nuestro enfoque de conservación dirigido por la comunidad, TACARE, integra el conocimiento indígena, los datos científicos y las innovadoras tecnologías con procesos y soluciones de toma de decisiones locales. Trabajamos en colaboración con las comunidades locales para facilitar y apoyar iniciativas sostenibles que mejoren el uso de la tierra y combatan la deforestación, monitoreen paisajes de importancia para la biodiversidad, evalúen los posibles efectos del cambio climático en los sistemas naturales, integren estrategias de adaptación climática, protejan la fauna en peligro de extinción y tomen medidas para garantizar un futuro viable para toda vida en la Tierra.
 

En el sudeste de Senegal (parte azul) habitan los últimos chimpancés del país, pertenecientes a la subespecie Pan troglodytes verus, en peligro crítico de extinción.
Según esta proyección del impacto del cambio climático en Senegal, su área de distribución se verá severamente reducida. 

Los chimpancés y el cambio climático. La desaparición de los bosques debido al uso de la tierra y el cambio climático amenaza la supervivencia de los chimpancés y otros primates africanos. Estas especies en peligro de extinción están siendo desplazadas de su hábitat natural, lo que aumenta los encuentros entre humanos y animales salvajes. Es esencial tomar medidas que reviertan las causas del cambio climático y mitiguen el aumento de conflictos entre humanos y animales salvajes, así como futuras pandemias debido a la propagación de enfermedades zoonóticas.

El Instituto Jane Goodall Global hace llama a todas Partes en la COP29 para que:
  • Aumenten significativamente su ambición de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), cierren la brecha de implementación existente y comiencen de inmediato a eliminar gradualmente todos los combustibles fósiles
  • Aseguren que sus nuevas Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC) sean las más ambiciosas posibles, totalmente alineadas con el objetivo de 1,5ºC y ancladas, cuando sea posible, en la legislación nacional y marcos regulatorios.  
  • Mejoren sus esfuerzos nacionales de adaptación para implementar acciones de adaptación transformadas y a largo plazo, y aseguren el cumplimiento de los objetivos para 2030 acordados en el Marco de los EAU para la Resiliencia Climática Global, especialmente aquellos enfocados en “reducir los impactos climáticos en los ecosistemas y la biodiversidad y acelerar el uso de la adaptación basada en los ecosistemas y las soluciones basadas en la naturaleza”.
  • Establezcan un Nuevo Objetivo Colectivo Cuantificado (NCQG, por sus siglas en inglés) ambicioso para movilizar el financiamiento climático a fin de garantizar fondos adecuados para la acción climática
  • Reconozcan la necesidad de que una mayor financiación climática fluya hacia soluciones basadas en la naturaleza para la adaptación y mitigación y, sobre todo, que se aseguren que los fondos sean más fáciles y directamente accesibles para los pueblos indígenas y las comunidades locales, teniendo en cuenta que actualmente son los que custodian y administran los ecosistemas más intactos del mundo.
  • Garanticen los más altos niveles de integridad ambiental y de los ecosistemas en la puesta en práctica del artículo 6 del Acuerdo de París en relación con los mecanismos de mercado de carbono implementados en todo el mundo. 
  • Promuevan e implementen políticas y acciones climáticas inclusivas y equitativas que incorporen las prioridades, preocupaciones, necesidades y derechos centrales de los más vulnerables, en particular de los pueblos indígenas, las mujeres, los jóvenes y los niños, y que aseguren su participación plena y significativa en todos los procesos de la CMNUCC.
  • Que los sectores privado y financiero establezcan, implementen y divulguen de manera transparente políticas y medidas corporativas ambiciosas que sean neutrales en emisiones de GEI, positivas para la naturaleza y socialmente justas, y que contribuyan directamente al objetivo de 1,5ºC y a la implementación efectiva de las NDC en las jurisdicciones donde operan.
El Instituto Jane Goodall Global hace un llamamiento a todos los participantes en la COP29 para que transformen los compromisos asumidos en el Consenso de los EAU en la COP28, como triplicar la energía renovable, alcanzar el objetivo global de adaptación y abandonar los combustibles fósiles, así como los medios financieros para alcanzar estos objetivos, en resultados tangibles y reales que protejan a las personas y sus medios de vida en todo el mundo. La emergencia climática no es solo un problema ambiental aislado; se ha convertido en una amenaza sistémica y existencial para toda la vida en la Tierra.

A nivel mundial, el Instituto Jane Goodall opera en más de 30 países, donde nos dedicamos a abordar los desafíos más urgentes en materia de biodiversidad y a fomentar el liderazgo ambiental. Nuestro programa Raíces & Brotes (Roots & Shoots en inglés), liderado por jóvenes, destaca la desigualdad intergeneracional, ya que los niños y jóvenes de hoy serán los más afectados por los devastadores efectos del cambio climático y la pérdida de biodiversidad en el futuro si no actuamos ahora.
 

Jóvenes de Raíces & Brotes España realizan una plantación (© Inés Valencia)
Referencias:
 

15/11/2024
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