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Un nuevo comienzo para la pequeña Ada


El Instituto Jane Goodall acoge en su Centro de Rehabilitación de Tchimpounga, en Congo, a una cría de chimpancé huérfana

Hace unos meses, el Instituto Jane Goodall (IJG) en Congo recibió una llamada de una persona que accidentalmente había atropellado a un chimpancé mientras conducía por una remota carretera forestal en el norte de Congo, muy lejos de Tchimpounga.

Al inspeccionar el lugar, el hombre constató que, lamentablemente, la chimpancé atropellada había muerto en el impacto, pero junto a su cuerpo había una pequeña cría que había sobrevivido, seguramente gracias a la protección de la que debía ser su madre.

Con mucho cuidado, el hombre cogió a la cría herida y contactó con la organización Wildlife Conservation Society. Tras conocer la situación, la ONG le recomendó que avisase al IJG, porque su Centro de Rehabilitación de Tchimpounga iba a ser el mejor lugar para acoger a esta bebé y brindarle los cuidados especializados necesarios.
 
La pequeña cría sobrevivió a la colisión gracias a
la protección de su madre (IJG / Heather Vanek)
 
Una vez recibido el aviso, el equipo del IJG envió a su experimentada cuidadora Lydia hasta Brazzaville, donde se encontraría con la pequeña cría de tan solo unos pocos meses de edad. Las autoridades locales del Departamento de Aguas y Bosques trabajaron rápidamente en agilizar los permisos necesarios para trasladar a la bebé chimpancé, un proceso complejo que requiere de estrictas aprobaciones gubernamentales para evitar el tráfico ilegal debido al estatus de protección de la especie.

Al llegar a Brazzaville, la pequeña chimpancé se encontraba en malas condiciones: estaba deshidratada y tenía un dedo herido. Esa primera noche en la ciudad, apenas pudo dormir. Afortunadamente, Lydia estuvo con ella en todo momento, tranquilizándola y ofreciéndole mucho cariño y atención.

A la mañana siguiente, el IJG ya tenía la autorización del Ministerio de Economía Forestal para que Lydia volara con la cría a Pointe Noire. Allí un vehículo las esperaba para llevarlas al destino final: Tchimpounga. Cuando llegaron, el equipo del IJG bautizó a la bebé con el nombre de Ada.
 
Ada mostró cierta ansiedad al llegar, pero pronto se
relajó y se sintió cómoda (IJG / Fernando Turmo)
 
Tras examinar la salud de Ada, el equipo veterinario decidió que la mejor opción era amputar su dedo herido. Después de esta intervención, Ada empezó a dormir más tranquilamente y a mostrar signos de volverse más activa. Godeline y Francine, dos experimentadas cuidadoras de Tchimpounga, ejercieron durante sus primeros días de “madres sustitutas”, ofreciéndole amor y cuidados las 24 horas al día para que la joven Ada comenzara a recuperarse poco a poco.

Al principio, Ada se chupaba los labios constantemente, una expresión facial que en los chimpancés suele indicar miedo o ansiedad. Este comportamiento persistió durante varias semanas después de su llegada. Pero, con el tiempo, ha ido disminuyendo de manera gradual.

Hoy el equipo del IJG se mantiene optimista sobre el futuro de Ada, pese a las preocupaciones iniciales por su salud y bienestar, dada la traumática experiencia que la pequeña chimpancé vivió a tan temprana edad.

En el Centro de Rehabilitación de Tchimpounga acogemos a más de 160 chimpancés rescatados, principalmente de la caza furtiva y el tráfico ilegal. Gracias al apoyo de nuestr@s soci@s y donantes, podemos dar una nueva oportunidad a individuos como Ada. Si tú también quieres ayudarnos a hacerlo posible, apadrina como Soci@ Chimpamig@, realiza una donación puntual o conviértete en Teamer desde 1€ al mes.

NOTA: El IJG no aprueba el mascotismo de primates ni el contacto o la interferencia con chimpancés salvajes. Los chimpancés que interactúan con cuidadores profesionales en estas imágenes son huérfanos rescatados y viven en el Centro de Rehabilitación de Chimpancés del IJG en Tchimpounga, Congo.
 

18/11/2024
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