Una segunda oportunidad para Patricia
Rescatada del tráfico ilegal en Congo, la bebé chimpancé vuelve a sentirse querida y protegida en el Centro de Rehabilitación de Tchimpounga
El equipo del Instituto Jane Goodall (IJG) ha vuelto a viajar para salvar la vida de un bebé chimpancé. Esta vez, hasta Imphondo, una pequeña localidad en el norte de la República del Congo, donde los agentes del Departamento de Aguas y Bosques lo esperaban con una asustada y frágil cría de chimpancé que apenas pesaba 4,8 kg.
La pequeña Patricia, como la llamaron, había sido rescatada en circunstancias desoladoras. Aunque no sabemos cómo fue capturada ni que le ocurrió a su madre, lo más probable es que fuera arrebatada de sus brazos, como es habitual en tantas otras crías huérfanas víctimas de la caza furtiva y el tráfico ilegal. Por suerte, las autoridades pudieron rescatarla.
Cuando Aymard Moutete, jefe enfermero veterinario del Centro de Rehabilitación de Tchimpounga, llegó a Imphondo, se encontró con una chimpancé tímida e insegura que buscaba consuelo y protección. Y eso era lo que iba a conseguir Patricia en Tchimpounga.
La pequeña Patricia, como la llamaron, había sido rescatada en circunstancias desoladoras. Aunque no sabemos cómo fue capturada ni que le ocurrió a su madre, lo más probable es que fuera arrebatada de sus brazos, como es habitual en tantas otras crías huérfanas víctimas de la caza furtiva y el tráfico ilegal. Por suerte, las autoridades pudieron rescatarla.
Cuando Aymard Moutete, jefe enfermero veterinario del Centro de Rehabilitación de Tchimpounga, llegó a Imphondo, se encontró con una chimpancé tímida e insegura que buscaba consuelo y protección. Y eso era lo que iba a conseguir Patricia en Tchimpounga.
Patricia junto a Aymard Moutete en Imphondo antes de llegar al
Centro de Rehabilitación Tchimpounga (© IJG / Fernando Turmo)
Centro de Rehabilitación Tchimpounga (© IJG / Fernando Turmo)
Un nuevo hogar
Durante unos días, Aymard se quedó con Patricia en el pueblo, asegurando que estuviera estable hasta conseguir los permisos necesarios para poder volar a Tchimpounga. Allí la esperaban dos personas fundamentales en su recuperación: Chantal y Godelin, experimentadas cuidadoras del IJG que actuaron de inmediato como madres sustitutas, proporcionando a la pequeña el cariño y el cuidado que necesitaba día y noche.
Chantal y Godelin no se separaron de Patricia, como tampoco lo habría hecho su madre de estar en la selva, y poco a poco, la bebé fue adaptándose al nuevo entorno y comenzó a superar sus inseguridades.
Durante unos días, Aymard se quedó con Patricia en el pueblo, asegurando que estuviera estable hasta conseguir los permisos necesarios para poder volar a Tchimpounga. Allí la esperaban dos personas fundamentales en su recuperación: Chantal y Godelin, experimentadas cuidadoras del IJG que actuaron de inmediato como madres sustitutas, proporcionando a la pequeña el cariño y el cuidado que necesitaba día y noche.
Chantal y Godelin no se separaron de Patricia, como tampoco lo habría hecho su madre de estar en la selva, y poco a poco, la bebé fue adaptándose al nuevo entorno y comenzó a superar sus inseguridades.

Las cuidadoras son vitales para sanar y rehabilitar a los
chimpancés víctimas del tráfico ilegal (© IJG / Fernando Turmo)
chimpancés víctimas del tráfico ilegal (© IJG / Fernando Turmo)
Una nueva familia
Pasado el período de cuarentena, era el momento de que Patricia afrontara un nuevo reto: conocer al resto de infantes de Tchimpounga. Para ella, que había pasado tanto tiempo sola y aislada, este paso hacia su nueva vida era muy importante.
Patricia era la más pequeña, así que, con delicadeza fue introducida a sus nuevos amigos.
Pasado el período de cuarentena, era el momento de que Patricia afrontara un nuevo reto: conocer al resto de infantes de Tchimpounga. Para ella, que había pasado tanto tiempo sola y aislada, este paso hacia su nueva vida era muy importante.
Patricia era la más pequeña, así que, con delicadeza fue introducida a sus nuevos amigos.

Patricia siempre busca estar acompañada
para sentirse protegida (© IJG / Fernando Turmo)
para sentirse protegida (© IJG / Fernando Turmo)
Desde entonces, Patricia ha pasado de estar sola a estar acompañada en todo momento.
Cuando los chimpancés rescatados salen con los cuidadores a explorar los bosques de Tchimpounga, Perrine, Tina y Ebelle, las mayores del grupo, se turnan para cuidarla y cargarla sobre sus lomos, porque a Patricia no le gusta caminar largas distancias sola. Se asusta y llora, hasta que alguno de sus amigos acude a abrazarla y consolarla.
Patricia no es la única
Patricia ha progresado mucho desde que llegó al Centro de Rehabilitación. En Tchimpounga, ha encontrado a su nueva familia. Pero aún se siente algo insegura: es muy pequeña y echa de menos el consuelo y protección de su madre.
Su caso no es el único.
Cada año, nuevas crías de chimpancé son cazadas y vendidas ilegalmente, y muchas mueren en el proceso. Se calcula que por cada bebé capturado de la selva, al menos 10 chimpancés adultos han sido asesinados al defenderlos.
Cuando los chimpancés rescatados salen con los cuidadores a explorar los bosques de Tchimpounga, Perrine, Tina y Ebelle, las mayores del grupo, se turnan para cuidarla y cargarla sobre sus lomos, porque a Patricia no le gusta caminar largas distancias sola. Se asusta y llora, hasta que alguno de sus amigos acude a abrazarla y consolarla.
Patricia no es la única
Patricia ha progresado mucho desde que llegó al Centro de Rehabilitación. En Tchimpounga, ha encontrado a su nueva familia. Pero aún se siente algo insegura: es muy pequeña y echa de menos el consuelo y protección de su madre.
Su caso no es el único.
Cada año, nuevas crías de chimpancé son cazadas y vendidas ilegalmente, y muchas mueren en el proceso. Se calcula que por cada bebé capturado de la selva, al menos 10 chimpancés adultos han sido asesinados al defenderlos.
Cada año, crías como Patricia son secuestradas de la naturaleza
por el tráfico ilegal de animales salvajes (© IJG / Fernando Turmo)
por el tráfico ilegal de animales salvajes (© IJG / Fernando Turmo)
Todavía hay muchos chimpancés como Patricia esperando su segunda oportunidad en la vida. Tú puedes ayudarnos a hacer posible el próximo rescate y devolver la esperanza a los bebés rescatados en Tchimpounga.
Hazte soci@ Chimpamig@, donante o teamer, para con tu apoyo marcar una diferencia en la vida de chimpancés que nunca debieron ser separados de sus hogares ni de sus familias.
NOTA: El IJG no aprueba el mascotismo de primates ni el contacto o la interferencia con chimpancés salvajes. Los chimpancés que interactúan con cuidadores profesionales en estas imágenes son huérfanos rescatados y viven en el Centro de Rehabilitación de Chimpancés del IJG en Tchimpounga, Congo.
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NOTA: El IJG no aprueba el mascotismo de primates ni el contacto o la interferencia con chimpancés salvajes. Los chimpancés que interactúan con cuidadores profesionales en estas imágenes son huérfanos rescatados y viven en el Centro de Rehabilitación de Chimpancés del IJG en Tchimpounga, Congo.
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