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Una especie sin fronteras: lo que revela la genética sobre la historia de los chimpancés


Un nuevo estudio genético a gran escala de chimpancés en el que ha participado el Instituto Jane Goodall España  revela que la conectividad genética de los chimpancés es más reciente de lo que se creía, y que las diferencias genéticas entre sus poblaciones actuales están asociadas a los cambios antropogénicos de los últimos tiempos.

Los chimpancés (Pan troglodytes) están clasificados en cuatro subespecies que se encuentran aisladas geográficamente por barreras históricas: principalmente grandes ríos, que impiden o reducen su dispersión. Sin embargo, se sabe muy poco sobre la historia de su conectividad genética, debido, en parte, a que las muestras para cubrir de manera representativa el área de distribución de la especie son insuficientes. Debido a esto las conclusiones de los estudios genéticos han sido contradictorias: o bien que las subespecies de chimpancés están claramente separadas genéticamente, o que las poblaciones de chimpancés exhiben cambios graduales en su genética a lo largo de su distribución a lo ancho de África ecuatorial, de una manera similar a las poblaciones humanas.

Para tratar de aclarar este debate, se obtuvo ADN de la muestra más completa recolectada hasta la fecha, que incluye más de 5.000 muestras de heces de chimpancé recogidas de manera no invasiva en varios sitios de 18 países a lo largo de la distribución de la especie. Este novedoso estudio publicado hoy en la revista Communications Biology fue liderado por el Dr. Jack Lester del Max Plank Institute for Evolutionary Anthropology en Leipzig, Alemania, realizado dentro del Pan African Programme: The Cultured Chimpanzee (PanAf), y con la participación y coautores del Instituto Jane Goodall España.

 

Asistente de investigación recogiendo muestras de heces de chimpancé en el sitio de investigación
que dirige el Instituto Jane Goodall España, en la Reserva Natural Comunitaria de Dindefelo, en Senegal

La Dra. Mimi Arandjelovic, co-directora del PanAf y autora senior del estudio, explica la dificultad que involucró obtener esta macro muestra, debido a que “la mayoría de los chimpancés no estaban habituados a la presencia humana, por lo que se necesitó mucha paciencia, habilidad e incluso suerte para encontrar heces de chimpancés en cada uno de los sitios”.

Los resultados del estudio demuestran que la conectividad genética de los chimpancés a lo ancho de África ecuatorial es más reciente de lo que se creía. Al respecto, Jack Lester explica que utilizaron “marcadores genéticos de rápida evolución que reflejan la historia reciente de la población de una especie, y en combinación con el muestreo intensivo de toda su área de distribución, mostramos que las subespecies de chimpancés han estado conectadas, o más probablemente, reconectadas, a lo largo de periodos prolongados durante la más reciente expansión máxima de los bosques densos africanos”.

Esto significa que las barreras geográficas que separan a las subespecies de chimpancés no fueron infranqueables de manera continua, sino que permitieron su dispersión hasta tiempos recientes, cuando los cambios antropogénicos escalaron con la expansión de los asentamientos agrícolas en el continente. Esta evidencia de conectividad genética es importante porque implica que la diversidad de comportamientos que los chimpancés exhiben en los distintos tipos de hábitats que ocupan se debe más a su flexibilidad comportamental que a adaptaciones genéticas locales, como pasa en los humanos.

El estudio también detectó una reducción muy marcada en la diversidad genética en los chimpancés que habitan algunos de los sitios de estudio, debida a efectos locales generados por el aislamiento, posiblemente provocada por la presión ejercida por los cambios antropogénicos recientes en su hábitat. En las últimas décadas se ha sumado la fragmentación y caída abrupta en el número de individuos de otras poblaciones de chimpancés, causado también por las recientes presiones antropogénicas. Lo anterior evidencia que, si la fragmentación del hábitat y el aislamiento de poblaciones continúa, se perderá la diversidad genética lo que, a su vez, deteriorará la viabilidad general de esta especie y pondrá en peligro su supervivencia.

 
Chimpancé hembra con cría, en la Reserva Natural Comunitaria de Dindefelo, en Senegal.
 
El estudio subraya la necesidad de preservar y restaurar los corredores para facilitar la conectividad entre las poblaciones de chimpancés, para facilitar la diversidad genética. “La mayoría de las poblaciones de chimpancés a lo ancho de África, especialmente en el oeste, viven cerca de asentamientos humanos. Por esta razón, es imprescindible trabajar con la población humana que comparte el hábitat con los chimpancés, si lo que se busca es diseñar programas efectivos para la conservación de éstos. Solamente mediante este trabajo conjunto los programas pueden ser exitosos”, apunta la Dra. Adriana Hernández-Aguilar, profesora de la Universidad de Barcelona, codirectora de investigación del Instituto Jane Goodall España y coautora del estudio junto a otros miembros del IJGE. El Instituto Jane Goodall España trabaja desde 2009 en el sureste de Senegal por la conservación de los chimpancés de África del oeste, que pertenecen a la subespecie más vulnerable y están en peligro crítico de extinción. Para ello implementa proyectos de desarrollo sostenible, seguridad alimentaria y educación de las poblaciones humanas locales en la Reserva Natural Comunitaria de Dindefelo, en Senegal, y zonas adyacentes.

El Instituto Jane Goodall España agradece a los siguientes asistentes y voluntari@s de campo por su ayuda en la recogida de las muestras de heces para este estudio: Amanda Barciela, Irene Gutiérrez, Nadia Mirghani, Gimena Coppola, Verónica Moreno, Juan Manuel García, Samba Diallo, Karim Diallo, Samba Sylla, Amadou Diallo, Salam  Diallo, Daouda Diallo, Djiby Diallo and Mamadou Foula Diallo.
 

06/03/2021
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