Día Mundial del Gorila: primos evolutivos en peligro

Desde 2017, cada 24 de septiembre se celebra el Día Mundial del Gorila, para concienciar sobre las amenazas que enfrentan estos impresionantes simios – son el primate de mayor tamaño, cuyos individuos macho pueden llegar a medir los dos metros y superar los 200 kilos de peso – y alentar su protección.

Esta fecha se eligió coincidiendo con el aniversario de la creación del Centro de Investigación de Karisoke en Ruanda por parte de la zoóloga estadounidense, Dian Fossey, una de las ‘trimates’ a la que el Dr. Louis Leakey le encargó el estudio de los gorilas de montaña de Virunga.

La labor de investigación y divulgación de Dian Fossey se popularizó con su libro “Gorilas en la niebla” y la posterior película protagonizada por Sigourney Weaver. Y, aunque desde entonces el empeño por aumentar su protección no ha cesado, la especie sigue en peligro de extinción.
 

Actualmente existen dos especies del género Gorilla: el gorila occidental (Gorilla gorilla), del que escinden las subespecies de gorila occidental de tierras bajas y el gorila del Río Cross; y el gorila oriental (Gorilla beringei), cuyas subespecies son el gorila de Grauer y el gorila de montaña. Todas ellas aparecen en la Lista Roja de Especies Amenazadas que elabora la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).

En concreto, tres de las cuatro subespecies están catalogadas como “en peligro crítico”. Hasta 2018, los gorilas de montaña también lo estaban, pero los esfuerzos conjuntos permitieron mejorar el estado de conservación de algunas poblaciones y la UICN actualizó su categoría a “en peligro”.

Actividades humanas como la destrucción y fragmentación de su hábitat y la caza furtiva son las principales causas que han conducido a este escenario. Más recientemente, el aumento de enfermedades zoonóticas y los efectos del cambio climático.

La pérdida de hábitat

La destrucción del hábitat en todos los países africanos donde viven amenaza no solo a los gorilas, sino también al resto de animales con los que comparten el entorno. La tala y la minería ilegal aumentan la deforestación y la fragmentación de los ecosistemas. Estas actividades se realizan para extraer minerales, especialmente aquellos con gran valor para la industria tecnológica, como el coltán y la casiterita, principales componentes de las baterías de nuestros teléfonos móviles y tabletas. Para ello, se deforestan grandes áreas, se abren caminos para los camiones – lo que facilita también el acceso a los cazadores –, se degradan los suelos… y muchas guerrillas se instalan en la zona para lucrarse de ello.

Esto ha llevado a que varias poblaciones de gorilas, como la de la zona de conflicto de la República Democrática del Congo (RdC) en el Parque Nacional de Kahuzi-Biega hayan caído drásticamente.
 

Para revertir esta situación, las oficinas del Instituto Jane Goodall (IJG) trabajan en la protección de los gorilas y chimpancés en los dos Congos. Además, en España, el IJG impulsa la campaña “Movilízate por la Selva” para reciclar los móviles en desuso y disminuir así la demanda de minerales que vienen de la zona de conflicto en la RDC, para proteger los ecosistemas y contrarrestar muchas de las funestas consecuencias de la explotación de estos minerales.

Un negocio cruel e ilícito

Los gorilas siguen siendo cazados para el consumo de su carne, considerada un manjar en ciertos lugares, o para el tráfico ilegal de individuos vivos, especialmente de crías, para venderlas en la industria del “entretenimiento”. Algunos gorilas también son cazados para emplear partes de su cuerpo como ornamentos o amuletos.

Este comercio ilegal de animales salvajes se ha disparado considerablemente en los últimos años, según detalla el informe “Bosques Vacíos”, publicado por la organización Iniciativa Global y escrito por el investigador Daniel Stiles.

En este sentido, el IJG realiza campañas de sensibilización y educación, dirigidas a prevenir la caza y el tráfico ilegal de chimpancés y de gorilas, en los dos Congos. Esta labor ha conseguido disminuir estos delitos y, por consiguiente, el número de crías huérfanas rescatadas. Aunque todavía queda mucho por hacer para mejorar el estado de conservación de estos grandes simios.
 

Igualmente, la directora del Instituto Jane Goodall Congo, la veterinaria española Dra. Rebeca Atencia, ayuda en la atención veterinaria de gorilas rescatados del tráfico ilegal.
 

Estas amenazas se ven, además, agravadas por la crisis climática, ya que la subida de temperaturas afecta a las comunidades humanas colindantes, que buscan compensar la baja productividad de sus cosechas de alimento abriendo nuevos campos en el hábitat de gorilas, lo que aumenta el conflicto por los recursos naturales. Asimismo, la aparición de enfermedades como ébola y otras amenazan a los grandes simios y pueden llevar a zoonosis con los humanos.

¿Qué puedes hacer tú?

1. Recicla tú móvil antiguo. La destrucción del hábitat es una de las principales amenazas para los gorilas. Por eso, desde el IJG promovemos permanentemente nuestra campaña “Movilízate por la selva” para recoger de manera gratuita móviles en desuso para su reciclaje o reutilización, disminuyendo así la demanda de materias primas y con ello la minería ilegal que provoca la destrucción de los ecosistemas en los que viven los gorilas y otros animales salvajes. Si tienes un móvil abandonado en un cajón, te animamos a que nos lo envíes gratis y, además, ¡entrarás en el sorteo de un apadrinamiento como soci@ chimpamig@!

2. Si haces ecoturismo de observación de gorilas, respeta la distancia de seguridad. Debido a la gran similitud que existe entre humanos y primates, los gorilas son susceptibles de contraer enfermedades humanas. Por lo que mantener la distancia con estos animales es fundamental para evitar contagiarles de enfermedades que para ellos podrían ser letales. En 2021, un equipo de investigadores analizó selfies con gorilas publicados en la red social Instagram y descubrió que la mayoría transgredía las normas de distanciamiento social destinadas a mantener a salvo a estos grandes simios. Solo los cuidadores expertos y veterinarios profesionales pueden interactuar con los animales salvajes. Los selfies o vídeos de personas teniendo interacciones cercanas con animales salvajes difunden la falsa idea de que no hay peligro, pero pueden poner en peligro a ambas especies, a nivel físico y epidemiológico. Por eso, hacer un uso responsable del contenido que se publica y con el que se interactúa en redes sociales es esencial para proteger a los gorilas y otras especies salvajes.

3. Ayúdanos a difundir la información con tus familiares y amigos. ¡La educación es una de las herramientas más poderosas! Cada año, desde el IJG lanzamos la campaña Forever Wild contra el tráfico ilegal de animales salvajes para concienciar sobre este problema y unir fuerzas para detenerlo.
 

Los gorilas son animales de gran inteligencia, que muestran una amplia empatía y un complejo sistema de relaciones sociales. Como muestra, podemos recordar el caso de Koko, la gorila fallecida en 2018 y a la que la Dra. Goodall le dirigió estas palabras. Koko fue capaz de aprender a comunicarse con el ser humano a través de la lengua de signos americana y estableció una entrañable relación con sus cuidadoras y con gatos a los que ella mismo cuidaba.

El Día Mundial del Gorila es, por tanto, un día para tomar conciencia de su estado de conservación y adoptar medidas en los esfuerzos de conservación para proteger a sus poblaciones en estado salvaje y salvar de la extinción a una especie que, además, es fundamental en la lucha contra la crisis climática por su labor como dispersores de semillas.

Descubre más sobre nuestro trabajo protegiendo y conservando al gorila y otros primates en nuestra web. También podéis apoyarlo realizando alguna donación puntual, haciéndosos soci@s chimpamig@s o colaborando como Teamers por solo 1€ al mes.