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Día Mundial del Vegetarianismo: El impacto de comer carne


Evitar el  consumo de carne es mejor para tod@s:  los animales, el medioambiente y nuestra salud


“No puedes pasar un solo día sin tener un impacto en el mundo que te rodea.
Lo que haces marca la diferencia,y tienes que decidir qué tipo de diferencia quieres marcar.
Una forma en la que realmente podemos marcar la diferencia es pensar en lo que comemos”
Dra. Jane Goodall
 
 
El elevado consumo de carne en las sociedades modernas se está convirtiendo en un problema cada vez mayor. Sin embargo, las personas no suelen detenerse a pensar en las consecuencias negativas de este excesivo consumo en el medio ambiente, los animales y las personas.
 
Existen tres principales razones para dejar, o al menos reducir, el consumo de animales: evitar el sufrimiento animal, reducir el impacto medioambiental y mejorar la salud humana.
 

Los animales
 
Hoy en día sabemos que los humanos no somos los únicos animales con inteligencia y capaces de sentir emociones como la desesperación, el miedo y, por supuesto, el dolor. De hecho, la ciencia ha demostrado que los animales de granja, como las vacas y los cerdos, tienen habilidades de razonamiento impresionantes y, a menudo, desarrollan relaciones emocionales profundas con otros animales y humanos.
 
No obstante, las granjas industriales no lo tienen en cuenta y hacinan a los animales en horribles condiciones, tanto higiénicas como de espacio, y los hormonan y engordan para acelerar su crecimiento y, por consiguiente, la producción de carne.
 
“Cuando conocí por primera vez algunos datos sobre la ganadería industrial, a finales de la década de 1960, me quedé en shock. Yo había crecido en un mundo donde los animales de granja pastaban, retozaban o cacareaban afuera. Entonces miré la carne que había en mi plato y pensé «Esto representa el miedo, el dolor y la muerte de cada animal». Así me hice vegetariana”, ha expresado en varias ocasiones la Dra. Jane.
 
 
El medio ambiente
 
La industria cárnica causa un terrible daño en el medio ambiente. Para cultivar el grano con el que alimentar a los miles de millones de animales que comemos cada año o para proporcionar pastos, se talan enormes áreas de bosque. Brasil es uno de los mayores productores de carne vacuna y de alimento para el ganado europeo, y la ganadería y los cultivos forrajeros se encuentran entre las principales causas de destrucción en la Amazonía. Esta deforestación también elimina el hábitat de varias especies, muchas en peligro de extinción.
 
Asimismo, se necesita mucho agua para transformar la proteína vegetal en animal. Combinando el agua necesaria para los cultivos para alimentar al ganado, el agua necesaria para el ganado, y el agua utilizada en otras partes de la producción, producir una sola hamburguesa requiere unos 2.400 litros.
 
Las granjas industriales generan además muchísima contaminación. El uso de pesticidas químicos, herbicidas y fertilizantes artificiales en las tierras de cultivo contamina los suelos y tiene un efecto adverso sobre la biodiversidad. Mientras que los purines animales almacenados en balsas a cielo abierto emiten gases nocivos, incluido el amoníaco, y hay vertidos que contaminan la tierra y el agua de los acuíferos. Esto continúa siendo un problema importante en España, uno de los principales “productores” de carne de cerdo del mundo.
 
Por otra parte, la industria cárnica es uno de los principales contribuyentes al cambio climático. Según los datos de la FAO, la ganadería industrial es responsable de, aproximadamente, el 14% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero.
 
Más allá de las emisiones indirectas generadas por la deforestación para cultivos, la producción de carne libera una enorme cantidad de CO2 en todo su proceso: transportar el grano a los animales, los animales al matadero, la carne a la mesa…
 
También hay que considerar la gran cantidad de metano, un gas de efecto invernadero más potente que el CO2, producido por el sistema digestivo de los animales, especialmente de las vacas.
 
 
La salud humana
 
Además del impacto en los animales y el medioambiente, consumir mucha carne roja también tiene consecuencias en nuestra salud. En 2015, la Organización Mundial de la Salud (OMS) alertó del aumento en el riesgo de varios tipos de cáncer asociado a un elevado consumo de carne roja o procesada.
 
Por otro lado, el uso estándar de antibióticos en las granjas industriales, simplemente para mantener vivos a los animales, permite que las bacterias desarrollen cada vez más resistencia, lo que ha conducido a que algunos antibióticos ya no sean útiles para tratar enfermedades humanas. Igualmente, muchas enfermedades zoonóticas se originan en granjas industriales donde los animales enfermos se encuentran hacinados.
 


Afortunadamente, cada vez más personas son conscientes del impacto que tiene el excesivo consumo de carne. Y, como nos recuerda siempre la Dra. Jane Goodall, cada uno de nosotros podemos elegir qué tipo de diferencia queremos marcar.
 
“Sigo pidiendo a la gente que considere qué significa realmente esta elección a nivel moral y práctico para los animales y el medio ambiente. Es la elección de cambiar nuestras vidas individuales, lo que a su vez tendrá enormes beneficios para toda la humanidad y todas las demás criaturas vivientes con las que compartimos nuestro hogar", expone la Dra. Goodall.
 
Por eso, desde el Instituto Jane Goodall, animamos a pensar de manera más crítica y a actuar de forma más consciente con respecto al consumo de carne y otros productos de origen animal, por nuestro bien, el del resto de animales y del planeta. Ya sea renunciando a la carne por completo o al menos comenzando por reducir el consumo, estaremos marcando una diferencia.

01/10/2023
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