Rescatando al pequeño Zola

Un pequeño chimpancé en graves condiciones fue confiscado a cazadores furtivos en el norte del Congo, en un pueblo llamado Imphondo que limita con República Democrática del Congo. Los tres cazadores furtivos fueron detenidos gracias a la labor del PALF, un programa de la Fundación Aspinall y WCS para la aplicación de las leyes de protección de la vida silvestre. El bebé chimpancé fue llevado de inmediato hasta la capital Brazzaville, donde pernoctó al cuidado de la veterinaria de la Fundación Aspinal, y en otro avión voló al día siguiente hasta Pointe Noire, ciudad cercana a Tchimpounga. El jefe veterinario Hervé estaba en sus días libres, pero no dudó en ir al aeropuerto para transportarlo al Centro de rehabilitación del IJG. La experta cuidadora Simone, una de nuestras “mamás” sustitutas con más experiencia, pasó la noche junto al pequeño, intentando reanimarlo.

La hermosa cría de entre 2 y 3 años de edad llegó muy desnutrida, débil y cansada, pero tiene un carácter tranquilo y cariñoso, y un corazón fuerte. El personal de Tchimpounga tenía dos propuestas de nombres para él: Zola, que significa “amable”, y Mazi, que significa “agua”, porque tenía tanta sed cuando llegó que no paraba de beber los líquidos de rehidratación que se le ofrecían.  Finalmente, teniendo ya 26 chimpancés cuyo nombre empieza con M, se eligió “Zola”, que es muy apropiado porque realmente es un pequeño muy agradable.

Todavía reacciona un poco como un viejecito, con movimientos lentos y deliberados, ¡pero come todo el día! Lo hace poco a poco, mordisqueando suavemente, sin gula. Parece tener aún esa mirada aturdida en su cara, producto de los traumas vividos tras perder a su madre, pero esto irá desapareciendo con el tiempo, cuando recupere la fuerza y se adapte a sus nuevos amigos.