El nuevo comienzo de Viena en Tchimpounga

Viena llegó al Centro de Rehabilitación de Chimpancés del Instituto Jane Goodall (IJG) en Tchimpounga, Congo, en 2018. Una llamada telefónica del Ministerio de Agua y Silvicultura de la República del Congo avisó a la Dra. Rebeca Atencia, directora del Centro y del IJG en Congo, que acababan de rescatar a un bebé chimpancé. La policía de la región de Niari, una zona montañosa y de gran biodiversidad del país, lo había confiscado a un cazador furtivo que intentaba venderlo como mascota.

Aunque estas llamadas no son las que a la Dra. Rebeca le gusta recibir, fue un alivio saber que esta joven criatura por fin podría estar a salvo en su próximo nuevo y seguro hogar: Tchimpounga. Entonces, el equipo del IJG puso en marcha los preparativos necesarios para recibirlo. ¡Estaba a punto de empezar una segunda oportunidad en la vida!
 
La llegada de este pequeño chimpancé a Tchimpounga coincidió con la reunión del IJG Global en la capital de Austria, por lo que la Dra. Rebeca decidió llamarle Viena, en homenaje a la colaboración y apoyo de toda la comunidad global del IJG al Centro.
 

El equipo veterinario enseguida se dio cuenta de que Viena era muy joven – tenía poco más de un año de edad – y de que uno de sus pulgares había sido amputado, probablemente por el machete que mató a su madre.
 
Viena estaba muy asustado y traumatizado, por lo que durante las primeras semanas tenía muchas pesadillas mientras dormía. Por eso, la experimentada cuidadora Antonette le acompañaba en todo momento para que, poco a poco, fuera recuperándose emocionalmente.  
 
Al principio, Viena era muy dependiente de Antonette. Se agarraba fuertemente a ella y cada vez que se alejaba, se ponía nervioso y empezaba a llorar. Antonette trataba de calmarlo, apretándole con fuerza contra su pecho para hacerle sentir seguro.

Con la comida, este pequeño era un poco quisquilloso. No le gustaba tomar leche con jeringuilla o biberón y solamente quería comer su fruta favorita, las uvas. Poco a poco y con mucha paciencia, Antonette iba introduciéndole otras opciones para ampliar su dieta y mejorar su alimentación.
 
Viena y Antonette pasaban juntos las 24 horas del día. Cuando Antonette preparaba la comida, envolvía al pequeño Viena en un paño sobre su espalda, como suelen hacer las madres africanas con sus bebés, para que él siguiera notando su calor y se sintiera querido y seguro. Por las noches dormían juntos y Antonette se despertaba en mitad de la noche para darle un biberón de leche calentita, igual que habría hecho su verdadera madre.
 

Con el tiempo, gracias al amor y la dedicación de Antonette y de todo el equipo del IJG, el estado emocional de Viena fue mejorando y empezó a perder el miedo y ganar confianza. Había pasado ya su período de cuarentena y ¡estaba preparado para conocer a los otros bebés de Tchimpounga! Junto a ellos, Viena empezaría a sentirse incluido y a contar con el apoyo necesario para convertirse en un chimpancé adulto y sano.
 
Hoy Viena vive en un grupo estable con otros jóvenes chimpancés rescatados por el IJG del tráfico y comercio ilegal de animales salvajes. Cada día, él y sus amigos disfrutan juntos de nuevas aventuras en los bosques cercanos de Tchimpounga, donde los cuidadores los llevan cada mañana para que jueguen y aprendan las habilidades y comportamientos sociales que necesitarán en un futuro.



Desde siempre, Viena ha demostrado una enorme adaptabilidad y resiliencia. Los cuidadores han observado que muestra una personalidad más independiente que el resto de su grupo. De hecho, a menudo lo ven jugando solo en las copas de los árboles mientras los demás están en el suelo. Aun así, este joven chimpancé también tiene un gran corazón y le gusta ayudar y proteger a sus amigos.
 

Al igual que Viena, muchos de los chimpancés que llegan a nuestro centro de rescate en Tchimpounga han sido víctimas de la caza furtiva y del tráfico ilegal. Por eso, el IJG en Congo trabaja no solo rescatando y rehabilitando chimpancés, sino también educando y sensibilizando a las comunidades, así como capacitando y apoyando a las autoridades locales para combatir estas prácticas ilegales.
 
Aunque el comienzo de Viena no fue fácil, gracias al generoso apoyo de tod@s nuestr@s soci@s y donantes, hemos conseguido darle la segundad oportunidad que se merece. Si tú también quieres ayudarnos a combatir el tráfico ilegal de chimpancés y otros animales salvajes y a que podamos seguir haciendo realidad historias de esperanza como la del pequeño Viena, apadrina como soci@ chimpamig@, realiza una donación puntual, hazte teamer por 1€ al mes o conviértete en Cuidador/a Virtual de Wounda. Cada acción marca una gran diferencia y tú puedes marcar un antes y un después en sus vidas.
 
NOTA: El IJG no aprueba el mascotismo de primates ni el contacto o la interferencia con chimpancés salvajes. Los chimpancés que interactúan con cuidadores profesionales en estas imágenes son huérfanos rescatados y viven en el Centro de Rehabilitación de Chimpancés del IJG en Tchimpounga, Congo.